Estimado Hermano Costalero de estas dos magníficas cuadrillas de la Hermandad de Ntro. Padre Jesús del Gran Poder y Ntra. Sra. de la Merced en su Amargura Coronada.
Agradezco profundamente toda la entrega y compromiso que demuestran. El trabajo exquisito, serio y el oficio costalero lo demostráis cada año. Hay gente que está por encima de cualquier duda y tiene un nombre: Hermanos Costalero del GRAN PODER Y DE LA MERCED. Gracias de corazón Hermanos.
Decir GRAN PODER Y MERCED, es sentirme en mi casa y con mi familia. Si alguien tiene la culpa de por qué me siento así son ustedes todos los componentes de estas magnificas cuadrillas de Hermanos Costaleros y los componentes del cuerpo de capataces, cuidando siempre cualquier detalle que pueda afectar a su gente. Debemos sentirnos orgullosos de estar bajo las trabajaderas de NTRO. PADRE JESÚS DEL GRAN PODER Y Ntra. Sra. de la Merced. Habéis creado una especie costalera de otra casta para la ‘SEMANA SANTA’. Gracias de corazón a todos, me siento muy orgulloso de vuestra entrega a Nuestro Santísimos Titulares, crecemos como una familia y ese es el secreto de nuestro trabajo.
Y a mi equipo, a todos y cada uno, gracias por vuestra preocupación, por vuestra lealtad, por vuestro compromiso y sobre todo, por vuestra amistad sincera. A todos os he robado mucho tiempo y en ocasiones no os entendí. Os pido perdón si en algún momento el que falló fui yo, pero sabéis que por encima de todo quiero lo mejor para este bendito mundo que tanto amamos.
Todo se consigue si tenemos un único fin, mi equipo y mis costaleros, lo tenéis claro. Sólo hay uno. Hacer llegar a Cristo y María a los corazones de cada uno de los vecinos de Bollullos. Esto, y no otra cosa, es de lo que debemos presumir. Debemos presumir de llevar por bandera nuestro compromiso con las cofradías como parte de la Iglesia que somos, porque no hay nada más importante que poner en valor aquello en lo que tenemos fe, pero siempre con humildad, sabiendo que en nosotros se deposita lo más querido de cada cofradía.
Puedo decir bien alto que me siento orgulloso de todos ustedes. Sé cómo sois y el valor que tenéis. Gracias, por tanto, de todo corazón.
Gracias a todos y cada uno de ustedes. Que el Señor y su bendita Madre os lo recompense.